Ecografías 4D ¿Sabes en qué consiste esta novedad?
Seguro que a estas alturas ya habías oído hablar de las ecografías 3D, que muestran imágenes fijas de tu bebé en tres dimensiones. Pero ¿conoces las ecografías 4D? Los avances en ciencia y tecnología nos permiten obtener incluso más información para que conozcas mejor a tu hijo o hija antes del nacimiento.
Qué son las ecografías 4D
El mundo está configurado en 3 dimensiones (alto, ancho y profundidad), así que parece un poco ambicioso hablar de una cuarta dimensión a la hora de realizar ecografías. Sin embargo, ya en 1905, el famoso científico Albert Einstein, cuando formuló la teoría de la relatividad, habló de una cuarta: el tiempo.
Pues bien, las ecografías 4D son imágenes en movimiento de tu bebé. Vídeos en los que el tiempo transcurrido es lo que llamamos cuarta dimensión. Sí, ya se pueden hacer vídeos del bebé antes de nacer.
¿Por qué optar por este tipo de ecografías?
Algunas mamás encuentran decepcionantes las ecografías tradicionales en las que todo lo que se ve es una especia de ruido blanco televisivo con un contorno bastante borroso en tonos grises. Esto se debe a que la exploración ve directamente a través del bebé, por lo que las imágenes muestran sus órganos internos.
Con las exploraciones 3D y 4D, puedes ver la piel de tu bebé en lugar de su interior. Es posible que veas la forma de la boca y la nariz, o que puedas verlo bostezando o sacando la lengua.
¿Son seguras las ecografías 4D?
Las ecografías 3D y 4D se consideran tan seguras como las tradicionales porque las imágenes finales están formadas por secciones de imágenes bidimensionales que se reconvierten en una sola imagen.
Sin embargo, los expertos no recomiendan llevarlas a cabo únicamente para una foto o grabación de recuerdo, porque ello implica que estás exponiendo a su bebé a más ultrasonido del médicamente necesario. Algunas ecografías privadas duran entre 45 minutos y una hora, lo que excede los límites de seguridad recomendados.
Por otra parte, este tipo de ecografías proporcionan más información sobre anomalías presentes si fuera este el caso. Dado que estas exploraciones pueden mostrar más detalles desde diferentes ángulos, pueden ayudar en el diagnóstico de labio leporino, por ejemplo. Esto puede ayudar a los médicos a planificar el tratamiento para reparar el labio leporino de un bebé inmediatamente después del nacimiento.
Prevención y ecografías 4D
El escaneo 3D también puede ser útil para observar el corazón y otros órganos internos. Como resultado, algunas unidades de medicina fetal usan ecografías 3D, pero solo cuando son médicamente necesarias. No hay evidencia que sugiera que los escáneres no sean seguros, y la mayoría de las futuras mamás se tranquilizan.
No obstante, cualquier tipo de ecografía solo debe llevarse a cabo por un profesional capacitado, durante el menor tiempo posible y con la menor intensidad posible. Si te decides por una ecografía 4D es posible que debas solicitarlo de manera privada y pagar un precio por el servicio. Lo mismo si solicitas a la clínica una grabación del vídeo. Si esta es tu decisión, el mejor momento para realizar una ecografía 3D o 4D es entre las 27 semanas y las 32 semanas de embarazo. Antes de las 27 semanas, el bebé tiene muy poca grasa debajo de la piel, por lo que los huesos de su cara se verán a través. Después de las 32 semanas, la cabeza del bebé puede hundirse profundamente en tu pelvis, por lo que es posible que no le veas el rostro.
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