Molestias en la cicatriz de cesárea
Como nuestro objetivo es que estés tan informada como sea posible sobre todos los aspectos del embarazo y el parto, te lo contamos todo sobre las molestias en la cicatriz de cesárea y cómo aliviarlas.
La cesárea es una intervención quirúrgica que conlleva una incisión profunda. De hecho, la misma debe traspasar el abdomen de la madre y el útero para que sea posible extraer el bebé de manera segura para ambos. Aunque ya hemos hablado de cómo cuidar la cicatriz y de lo que puedes esperar tras una cesárea, hasta ahora no habíamos tratado las molestias a medio plazo que algunas madres pueden sentir.
Cuando la cicatriz de cesárea presenta un aspecto anormal
En muchas ocasiones, las madres que han tenido un parto por cesárea no se sienten seguras cuando ven el aspecto de la cicatriz. Para evitar este tipo de inseguridades, debes saber que una cicatriz de cesárea ideal es plana, flexible y presentar un aspecto de línea. De hecho, en muchas ocasiones apenas se ve después de unas pocas semanas.
Pero esto es solo lo ideal. La realidad es que el proceso de cicatrización da como resultado diferentes tipos de cicatrices. Así que no te preocupes si la tuya tiene un poco de relieve o su forma no es regular. El aspecto de la cicatriz no tiene por qué indicar que no está curando bien o que haya algún problema.
Aunque la cicatriz de cesárea es la prueba de que tienes un bebé precioso, puede afectar a la autoestima si se ve demasiado o presenta un color demasiado oscuro, adherencias o irregularidades.
El profesional sanitario que trata las cicatrices es el fisioterapeuta, que te valorará y aplicará los tratamientos y masajes adecuados para tratar las complicaciones que se pueden presentar.
Recuerda que es importante mantener una salud mental equilibrada. Evitar la angustia relacionada con el embarazo, el parto y sus consecuencias te ayudará a sentirte mejor y a cuidar mejor de tu bebé. No hay motivo para soportar la tensión psicológica si puedes evitarlo.
Picor y tirantez en la cicatriz de cesárea
Como decíamos, la incisión que debe practicarse para realizar una cesárea segura es profunda. Aunque la medicina ha avanzado mucho y en la actualidad las técnicas de sutura han mejorado y no solo cierran la herida, sino que ayudan a las células a regenerar la piel necesaria para volver a cubrir la zona, el traumatismo causado es real.
De hecho, es muy habitual que la cicatriz de cesárea pique meses después del parto y que la piel del su alrededor te tire, como si no hubiera suficiente.
Para mejorar esta sensación es importante hidratar la cicatriz en profundidad, lo que ayudará también a mejorar la cicatrización de forma eficiente. Para ello puedes usar nuestro kit para la reparación de cicatrices, que incluye:
- Un gel con ácido hialurónico (para hidratación profunda), Centella Asiática (mejora cicatrización) y Syricalm (alivia el picor y la tirantez).
- Unas tiras con gel de silicona que evitan la deshidratación y mejoran el proceso de cicatrización.
Insensibilidad en la zona cercana a la cicatriz
Lo llamamos insensibilidad, pero quizá esta no sea la palabra adecuada. Las madres que sienten este tipo de molestia se refieren a ella como una incomodidad y sensación de desagrado al tocar la cicatriz, que se multiplica si es otra persona quien la toca. La insensibilidad o acartonamiento puede combinarse con un cosquilleo y, en ocasiones, con dolor.
Nuestro primer consejo, siempre, es que acudas al médico si sientes dolor. Si solo se trata de incomodidad, puedes aprender a darte masajes ligeros en la zona para que el tejido circundante a la cicatriz se despierte y las terminaciones nerviosas vuelvan a trabajar como antes.
Y, si quieres seguir aprendiendo sobre la cicatriz de cesárea, echa un vistazo a este artículo.