¿Qué es el embarazo molar?

Este tipo de embarazo también recibe el nombre de «mola hidatiforme» y se caracteriza porque las células que se transforman posteriormente en la placenta, los trofoblastos, crecen de manera anormal cuando se produce esta complicación.

Debes saber que esta complicación puede ser parcial o completa. En este último caso, el tejido de la placenta se presenta hinchado y parece que forma quistes llenos de líquido. Además, no se forma tejido fetal. En el caso del embarazo molar parcial, puede haber tejido placentario normal junto al anormal. Asimismo, es posible que se desarrolle un feto, pero las posibilidades de que sobreviva son nulas.

Es importante tratarlo cuanto antes, ya que una de las complicaciones asociadas al embarazo molar es la posibilidad de desarrollar cáncer.

¿Cómo se produce el embarazo molar? 

El embarazo molar se da cuando el óvulo ha sido fecundado de manera anormal. Una fecundación normal existe cuando un espermatozoide fecunda un óvulo y a partir de ahí los gametos femenino y masculino se funden y se crea una dotación cromosómica humana normal (46 cromosomas, 23 del padre y 23 de la madre).

Sin embargo, en el embarazo molar completo uno o dos espermatozoides fecundan un óvulo vacío, lo que quiere decir que todos los cromosomas provienen del padre

En el parcial, se mantienen los 23 cromosomas de la madre, pero el padre aporta 49, lo que da como resultado un número total de 69 cromosomas.

Factores de riesgo

Dos son los principales factores de riesgo que debes tener en cuenta: por un lado, la edad de la madre. Resulta problemática si es inferior a los 20 años o superior a los 35. Por otro lado, si ha habido un embarazo molar previo, es más probable que la experiencia se repita.

Síntomas del embarazo molar

Al principio, este tipo de embarazo puede confundirse con uno normal, pero al poco tiempo empezarás a notar alguno de los siguientes síntomas que te pondrán sobre aviso para que acudas a tu médico:

• Si en el primer trimestre sufres sangrado vaginal marrón oscuro o rojo brillante.
• Presión o dolores pélvicos inusitados.
• Eliminación de quistes con forma de uva por vía vaginal.
• Vómitos y náuseas especialmente virulentos.

Cómo prevenirlo

En caso de que haya habido embarazo molar previo lo mejor es que consultes a tu médico antes de volver a intentar quedarte embarazada. Es posible que tu profesional de la salud te recomiende esperar entre seis meses y un año. Aunque el riesgo de embarazo molar en mujeres que ya lo han sufrido todavía es bajo (1 de cada 100), es más alto que en mujeres que no lo han padecido.

Una vez vuelvas a quedarte embarazada, es probable que tu médico te someta a un control más exhaustivo; por ejemplo, con ecografías tempranas. También se realizan análisis genéticos prenatales, resultan muy útiles a la hora de detectar embarazos molares.

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