Quistes ováricos en embarazadas | ¿Son peligrosos?
Los quistes ováricos en embarazadas presentan, por lo general, poco o ningún riesgo, como en el resto de mujeres.
De todas maneras, te explicamos qué son y cómo tratarlos, para que no te quede ninguna duda y vivas tu embarazo con la mayor tranquilidad incluso si tu médico descubre uno de ellos.
Qué son los quistes ováricos en embarazadas y qué riesgos tienen
Un quiste ovárico no es más que la acumulación de líquido dentro o bien muy cerca del ovario. Es posible que hayas tenido más de uno a lo largo de tu vida y que jamás hayas percibido síntomas, pues suelen ser asintomáticos. En el caso de presentar algún síntoma, este pude ser dolor en la zona baja del abdomen o irregularidades en el ciclo menstrual.
Solo provocan dolor durante las relaciones sexuales si el quiste tiene un gran tamaño.
La mayoría de los quistes ováricos en embarazadas y en el resto de mujeres son funcionales. Esto quiere decir que desaparecen por sí mismos sin necesidad de tratamiento.
Se producen durante el ciclo menstrual cuando el folículo que debe romperse para liberar el óvulo no se rompe. Esto hace que el líquido se quede retenido y se forme el quiste. Por lo general dicho quiste desaparece en los siguientes ciclos menstruales.
¿Cómo saber si tienes un quiste ovárico?
Es muy probable que, a lo largo de tu vida, hayas tenido uno o varios quistes ováricos y no lo hayas sabido. Esto es porque suelen ser de tamaño pequeño y no provocan molestias. Muchos de los diagnósticos de quistes ováricos en embarazadas se realizan por casualidad; bien durante una revisión ginecológica de rutina o bien durante una ecografía.
También es posible que un cirujano descubra el quiste durante una intervención abdominal no relacionada.
Aunque los quistes ováricos en embarazadas suelen ser benignos, es posible que tu médico pida algunas pruebas para asegurarse. Estas pueden ser análisis de sangre o una ecografía de Doppler. El análisis serviría para descartar marcadores tumorales y en la ecografía se descubrirían los vasos sanguíneos conectados al quiste.
Tratamiento de quistes ováricos en embarazadas
Habitualmente los quistes de ovario no necesitan tratamiento, sino que desaparecen por sí mismos. Para comprobar que esto ha sido así, es probable que el ginecólogo haga una nueva ecografía a los pocos meses.
Si el quiste no desaparece se llevarán a cabo controles que determinen su ritmo de crecimiento. Si el quiste permanece estable y no se asocia a ningún síntoma, no se suelen tratar. Pero si crece y provoca molestias, es posible que se recurra a cirugía.
Contacta con tu médico en caso de que surjan molestias para evitar complicaciones posteriores. Pero si no notas dolor, no te preocupes.
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